Tan cierto como afirmar que una foto no termina al disparar, lo es decir que la edición no comienza tras la captura.
La fotografía es pintar con luz; estudiar sus condiciones y dominantes para atrapar, retener y transmitir una sensación es labor del fotógrafo. Para ello contamos con la cámara y el laboratorio, herramientas al servicio de nuestro ojo. Y necesitamos:
Comprender conceptos de la edición fotográfica: contactos, encuadre, composición, sobreexponer, subexponer, gestión del color, espacios de trabajo, perfiles, luminosidad, brillo, contraste, niveles, tipo de archivos, tamaño de imágenes, calado, capas, etc.
Iniciarnos en el retoque fotográfico para editar imágenes con rigor y calidad visual. Y conseguir los resultados esperados en cada soporte: ampliaciones en papel y archivos para nuestra página personal y redes.
Actividad educativa y profesional. El taller consta de veinticuatro horas de formación mínimas. Incluye nociones básicas y de iniciación a la toma fotográfica y la edición de imágenes.
Adaptado para adolescentes y adultos. Grupos limitados.