«La cultura puede considerarse actualmente como el conjunto de los rasgos distintivos, espirituales y materiales, intelectuales y afectivos que caracterizan a una sociedad o un grupo social. Ella engloba, además de las artes y las letras, los modos de vida, los derechos fundamentales al ser humano, los sistemas de valores, las tradiciones y las creencias y que la cultura da al hombre la capacidad de reflexionar sobre sí mismo. Es ella la que hace de nosotros seres específicamente humanos, racionales, críticos y éticamente comprometidos. A través de ella discernimos los valores y efectuamos opciones. A través de ella el hombre se expresa, toma conciencia de sí mismo, se reconoce como un proyecto inacabado, pone en cuestión sus propias realizaciones, busca incansablemente nuevas significaciones, y crea obras que lo trascienden.» Declaración en la Conferencia Mundial sobre políticas culturales de la UNESCO
Existe una relación sustancial entre cultura y ciudadanía que contribuye a la prosperidad. La evolución plena de la cultura implica que los ciudadanos ejercemos nuestros derechos en la vida social y participamos como agentes activos.
La actuación profesional de la educación toma el objetivo de la inserción social de las personas y colectivos en situación de exclusión y/o desventaja, y la mejora de la calidad de vida de la comunidad, desde diferentes estrategias de intervención.