Donde hay gafas hay esperanza

Donde hay gafas hay esperanza

Donde hay gafas hay esperanza «Güenos» días preciosa dama a la que las gafas le sientan de maravilla. Cuando estrené mis primeras «ulleras» (tendría unos 8 o 9 años) sufrí mi primera decepción porque, en aquellos tiempos, ser miope y usar lentes era motivo de burlas...